Kafka en el centenario de su fallecimiento. Capítulo XVCXV.
A quien le interese: Textos para atreverse: Preparativos para una boda en el campo y Descripción de una lucha. Ahí está in nuce todo Kafka.
La imposibilidad de relacionarse generó el enfrentamiento: Kafka contra todos. Sobre todo contra él mismo. Quiere ser escritor: ¡nada más y nada menos! Eso y un estatus que le solucione vivir y le permita no pensar en otra cosa que escribir. ¿Demasiado? Por supuesto.
Además. Un conflicto larvado en el interior de su cabeza: o encontrar una doncella y convertirse en paladín medieval o aspirar a la nada moral y ser héroe trágico.
Ya conocemos el final.
Me desayuno en un bar: una bebida caliente (¡sorpréndame!) y un acompañamiento de dulce. La oficina le era tan ajena como los ruidos vitales del interior de la casa familiar. ¿Cómo salir de todo ello? ¿Cómo romper con los círculos viciosos que generan rutinas inútiles? No entiende que las preguntas no sustituyen la acción. Camareros puntuales me hablan desde detrás de la barra (no contesto: ¿para qué?).Deseos imposibles: «Si el tío de Madrid me encontrara ocupación en los ferrocarriles…» Ya me he relacionado para todo el día. Salgo. Nos cruzamos en la calle. Franz me traslada un buenos días. ¡Es tan educado que cuesta negarle el saludo! Aun sabiendo que su atenta inclinación a las formas correctas afectará sus pulmones hasta triturárselos. Aquel año de 1924 solo trajo frío y humedad.
Kafka. En la colonia penitenciaria. (Otro texto con derecho de admisión: abstenerse pusilánimes).
Pero estamos en 2024.
La Literatura es un atrevimiento continuo.
(LCDH de M. Z. D.: Pálido Fuego – Alpha Decay para cuándo una nueva edición en castellano).
17/04/24
(Fotografía de cabecera: El Lissitzky, La experiencia de la totalidad)
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